domingo, 21 de abril de 2013

El horno de ceniza.

Hoy os voy a relatar una historia que me contó mi bisabuelo, que le ocurrió a él.
Mi bisabuelo me contó que estaba trabajando en una tierra, cuando se encontró una especie de horno enterrado en el suelo, como era muy curioso fue a mirar lo que había y vio que estaba lleno de ceniza, se lo dijo al dueño de la finca y éste le mando que lo repartiera por toda la tierra, porque la ceniza es un buen abono.
A la mañana siguiente, cuando salió el sol toda la tierra brillaba, entonces se dieron cuenta que la ceniza que habían repartido, no era ceniza, sino oro molido.
Mi bisabuelo siempre me contaba esta historia con muy buen humor, porque como él me decía fue el único que abonó una tierra con oro.

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